La adicción a la máquina
Cuanto más utilizamos las máquinas, más les pedimos que hagan para nosotros, entrando en un bucle sin fin y carente de la oportuna reflexión. El cerebro humano es lento frente a la velocidad de computación de las máquinas.
¿Cómo vamos a saber si las respuestas que nos ofrecen son las correctas, si tenemos carencias, al menos en capacidad, a la hora de evaluarlas nosotros mismos? Enlace