Se presupone que las cámaras de vigilancia tienen por objeto la seguridad. ¿Pero, la seguridad de quién o de qué?
Por una parte, hoy día es posible recoger información de cualquier ciudadano, mediante la captación y posterior reconocimiento de las imágenes obtenidas; la manipulación inadecuada de imágenes puede atentar contra la intimidad de las personas.
Por otra, dado que las cámaras tienen IP, pueden constituir el eslabón débil de la red, sirviendo de puerta para la entrada no autorizada a dicha red a la que está conectada. Enlace