Emigración reversa: de Silicon Valley a Lavapiés
Nick Leiber publicó el 22 de noviembre de 2014 un interesante artículo sobre políticas nacionales comparadas de atracción de talento; artículo que –desde su título– se centra en España: “Ante la puerta de España hay un felpudo de bienvenida a emprendedores” [i].
Cuenta, entre otros casos el de la Sra. Stacia Carr, californiana, que al considerar que “El Área de la Bahía [de San Francisco] está sobresaturada, es muy cara e hipercompetitiva” decidió el año pasado vender la startup que allí tenía y emigrar a Madrid, acogiéndose a un “visado para actividad emprendedora” [ii].
La apodada ‘Ley de Emprendedores’ [iii] define varias categorías de visados y permisos de residencia para estimular la inmigración en España de inversores, emprendedores y otros extranjeros no comunitarios.
La Sra. Carr y un socio español han lanzado recientemente una empresa digital para ayudar a entrenadores a impartir remotamente clases de gimnasia (fitness). La nueva empresa está alojada en una incubadora del Instituto Empresa.
Arrancar el negocio en España le pareció a la Sra. Carr “un reto, que requería más documentación de la esperada”. También la obtención del permiso de residencia supuso retos; incluso, para su primera estancia, se hubo de acoger a un visado de turista, dado que en los consulados que consultó en su país no sabían aún cómo aplicar la reciente Ley. Ya en España, encontró a “los funcionarios sin preparación para contestar a sus preguntas”. (Hay que señalar también que sólo hablaba inglés).
Aun así, su socio español, opina que “las ciudades españolas, como Madrid o Barcelona, tienen costes inferiores y menos competidores, pero conservan al talento suficiente para arrancar, si se las compara con imanes europeos de las startups, como Londres o Berlín”.
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La actual y tristemente muy desequilibrada ‘balanza de talentos’ está dando, como resultado, una ebullición, en los cuatro puntos cardinales, de iniciativas creativas (que destacan, entre numerosos fracasos). Pero además, va a dar como resultado colateral positivo una polinización a gran escala, no sólo en lo tecnológico, sino también en lo cultural –y como subconjunto de lo cultural– en la cultura cívica y de administrado.
Ojalá que aquéllos emigrantes españoles, a quienes –con el tiempo– se les ocurra volver, aporten no solo un historial de éxitos tecnológicos y económicos, sino también de buenas experiencias culturales, cívicas, de gobierno, gestión y administración.
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[i] Leiber, N. (22 Noviembre 2014). “At Spain’s Door, a Welcome Mat for Entrepreneurs”. The New York Times.
[ii] Ley 14/2013, de 27 de septiembre, de apoyo a los emprendedores y su internacionalización. Artículo 68.
[iii] Ver nota [ii].
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